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Segunda mano

jueves, 7 de octubre de 2010

LAS GUERRAS CÁNTABRAS

























Las Guerras Cántabras son las famosas guerras que nos recuerda las enfrentadas entre Roma y los pueblos norteños de la Hispanía Citerior después de la Guerra Civil acaecida en el año 37aC.

Las guerras cántabras empezaron el año 29 aC y acabaron diez años después. La unión de los cántabros, astures y vacceos, junto a otras tribus pequeñas de las montañas del norte de España en busca de su independencia, hicieron que se enfrentaran con dureza contra el gran Imperio Romano. Sus causas son muy discutidas e inacabables. Pero todos los historiadores se ponen de acuerdo de que todo comenzó en la época de Augusto. Varias legiones romanas se trasladaron a Hispania, entre ellas la IV Augusta Macedonica, la I Augusta , la XX Valeria Victrix,.. que se unieron a la IX Hispana , a la V Alaudae , VI Víctrix y la X Gémina (casi 75.000 soldados)-

Era la primavera del año 26 aC cuando Augusto desembarca en Tarraco y preparó la campaña. Como causa oficial para atacar, podemos decir que era el acabar de unificar todos los territorios de la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior bajo el poder del SPQR- el Senado Romano y con ello acabar de someter a cualquier pueblo primitivo. El Imperio ya tenía bajo su poder desde el año 50aC toda la península menos el norte. Una de las primeras campañas que ocurrió durante ese mismo año fue la batalla de Bergida (actual Valle de San Pelayo en Asturias) y en el Monte Vindio- Picos de Europa-zona asturiana- Un grupo de cántabros y astures lograron huir hacia los Picos de Europa- entre Asturias y Cantabria- y subieron al Monte Vindio, un punto muy elevado. Poco tiempo después los romanos dieron con ellos y los rodearon. Después murieron por la falta de comida y por las bajas temperaturas.

Los romanos también rodearon el castro de Aracillum, al tiempo que se fundaba el puerto de Victoriae (actual Santander). Aracillum fue uno de los ejemplos más heroicos de las leyendas cántabras. Este castro de los valles del Pas, fue el último que se resistió a la soberanía del pueblo romano, hasta llegar al suicidio y a incendiar el castro para no caer en manos de sus enemigos y ser vendidos como esclavos al ser distribuidos por otros puntos del imperio, que es lo que ocurrió con los prisioneros cántabros o enviados a trabajar en diversas minas.

Dos factores muy importantes que tenía Roma en contra era la falta de conocimiento del territorio y su clima. Por su parte tanto los cántabros como los astures y los otros pueblos de la cordillera cántabra, estaban muy acostumbrados a la climatología y a sus parajes. Mantuvieron la resistencia durante mucho tiempo. Incluso Augusto pasaba el invierno en Tarraco y al cabo del mismo volvía a subir al norte de la península para proseguir con la conquista. Los romanos cuando no podían con la superioridad de los pueblos norteños, se dedicaban a saquear los campos, a matar animales, a destruir la naturaleza, entre otros actos.

Año - Suceso :

27 aC - El ejército de Augusto avanza hacia la invasión del último reducto- Cantabria.

25 aC .- Cayo Antistio Vetus somete a los cántabros y Publio Carisio se hace con los astures.

26 aC .- Triple ataque dirigido por Augusto sobre los pueblos cántabros.

24 aC Lucio Emilio fue designado nuevo legado por Roma, esto provocó que los cántabros iniciaran de nuevo la guerra después del año 26 aC . – Emboscada cántabro-asturo.

23 aC - Lucio Sestio Quirinale legado romano funda las “Aras Sestianas” en honor a la victoria de Octavio en Asturias.

22 aC Cayo Furnio era designado sucesor de Emilio en el cargo de legado romano por lo que crearía una nueva campaña cántabra en el Monte Medulio. Sublevación de los pueblos cántabros y asturos. Carisio y Furnio someten a los astures.

19aC Las guerras cántabras dieron por concluidas y Roma se hizo con el poder de los últimos reductos de los pueblos celtibéricos del norte de Hispania. Roma envió legiones de la zona de Aquitania (Galia) que desembarcaron en el Puerto Victoriae y se adentraron por la parte norte de la comarca- Los encuentros fueron crueles y sangrientos, sin piedad por ambos lados. Al frente de los romanos estaba el nuevo cónsul vitalicio, Octavio Augusto, el heredero de Augusto y el famoso general Marcus Vipsanius Agrippa. Siguen las sublevaciones cántabras al legado romano tarraconense, Publio Silio Nerva. Octavio y Agripa se apoderan de los últimos castros y reductos cántabros.



Este pueblo fue el último de Hispania en caer bajo la dominación romana y por ello, Roma envió a 70.000 soldados distribuidos en 7 legiones

16 a .C . - Un último intento de sublevación por parte de los pueblo cántabros.

14 a .C.- Octavio nombra Asturias como Astúrica Augusta y quiere establecer un nuevo plan político romano en el territorio

Augusto volvería a Roma, enfermo y según los cronistas de la época, su estancia en el norte no le fue afortunado puesto que regresó muy cansado, enfermo y casi muere allí por la caída de un rayo.

El más famoso investigador histórico que ha trabajado en las Guerras Cantábricas, Adolf Schulten decia en su obra: “La guerra cantabroastur de los años 29 al 19 aC tiene una importancia particular, por ser la última fase de la resistencia heroica de las tribus iberas. De igual modo que militarmente la victoria de Augusto sobre estas tribus salvajes del Norte fue un éxito grande y constituyó un triunfo difinitivo (...) ”.

EL PUEBLO CÁNTABRO :

Antes de que las guerras cántabras comenzaran su andadura, los cántabros ya era un pueblo muy conocido por su fortaleza. En el año 137 aC los vacceos y los cántabros se unieron para ayudar a liberar Numancia- la famosa ciudad celtibérica. El cónsul romano Mancino decía de ellos: “Los cántabros, ya vencían con solo su fama”.

Mucho tiempo antes, el romano M. Porcio Catón en el año 195 aC nombraba por primera vez a este pueblo en sus crónicas y destacando su unión con el río Ebro que nacía “ Entre los cántabros, grande y hermoso, con abundantes peces ”.

Este pueblo se dividía en tribus y se asemeja a las otras tribus celtas del norte de Europa, como la irlandesa, la galesa o la bretona. Cada tribu era un clan, una gran familia y solo se unían en matrimonio entre ellos. No tenia una unidad política propia, sino que se movían según las necesidades siguiendo la norma de reuniones de jefes de clanes que decidían por de su propia familia.

Una de estas tribus cántabras era los Vadinienses de la zona ortiental del actual territorio asturiano. Todas las tribus cántabras y asturas ayudaron a sus hermanos celtas, dentro y fuera de Hispania. Algunas fechas así nos lo recuerda:

137 aC – Los bacheos y los cántabros se unían a la guerra de Numancia.

56 aC - Los cántabros se suman a los aquitanos (Costa sur occidental de Galia) en las guerra contra Publio Craso en las guerras de la Galia (actual Francia).

49 aC – Julio César se enfrenta a éste pueblo durante la guerra civil con los pompeyanos en la Campaña de Lérida.

LOS CÁNTABROS EN EL MEDIEVO ALTO:

Poco antes de la caída del Imperio , el norte de España, especialmente las tres comunidades históricamente más unidas al pueblo celta europeo, Galicia, Asturias y Cantábria, serían invadidas por celtas del norte del continente y por los vikingos. Galicia será la que menos guarde las raíces físicas de aquellos pueblos y es más marcado el aspecto celta en las zonas de Asturias, Cantabria, Palencia y Burgos. Galicia tuvo una gran repoblación de gentes venidas del norte de Portugal en el medievo en busca de una vida mejor, por lo que podemos ver una apariencia más parecida entre lusitanos y gallegos; así como los vascos tienen mucho del físico de los gascones y aquitanos, por los cuales hubo siempre mucha unión entre ambos pueblos desde siempre. Todos los cántabros y asturianos sabemos que grácias a nuestros pueblos, se llegó nuevamente a la independencia que siempre persistieron en proteger ante el Imperio Romano. Los cántabros pusieron “entre las cuerdas” al pueblo visigodo y ayudamos a los asturianos en el inicio de la Reconquista de Don Pelayo en el siglo VIII- y destacamos en las guerras contra la invasión sarracena y ayudamos a fundar las primeras dinastías cristianas de la península, tanto la castellana, la leonesa o la aragonesa.

PERSONAJES QUE HABLARON SOBRE LAS CRÓNICAS ROMANAS SOBRE ESTE PUEBLO INDÓMITO:

Julio Cesar, Estrabón, Silio Itálico, Horacio, Flavio Josefo, Lucano, Floro, Alejandrino Apiano, Plutarco, Dion Casio, Ptolomeo, Plinio el viejo, etc.


LAS FIESTAS DE LAS GUERRAS CÁNTABRAS:

En la actualidad, desde el año 2000 en Corrales de Buelna, se conmemora las guerras cántabras. Una vez al año, durante el primer fin de semana de septiembre, los cántabros recuerdan aquella hazaña heroica de resistencia ante las temidas tropas romanas.

Uno de los primeros actos es la llegada al Puerto Victoria (actual Santander) de las 13 legiones romanas que provenían de Aquitania (Galia). El pueblo cántabro se acerca a la capital de la comunidad para presenciar el desembarco, tal como debió ser por aquel entonces. Los cántabros que toman el papel de legionarios romanos son recibidos por los miembros del gobierno cántabro y por el consistorio en pleno. Una vez en Corrales de Buelna, se enciende el Fuego Sagrado que se apagará al finalizar las fiestas. Es curioso, pero con este fuego se enciende las mechas de los fuegos artificiales que anuncian el final de sus fiestas.

Desde otros puntos de España donde existen legiones romanas- grupos de hombres y mujeres que ataviados con la ropa de romanos, y donde en sus pueblos se celebran o conmemora la llegada de los romanos en sus pueblos- asisten como invitados, vestidos como tales, como la legión romana de Calahorra (Extremadura). También se suman a las tribus celtas otros grupos distribuidos por España. Todos los vecinos de Corrales, pequeños y mayores, se visten de romanos o de cántabros y se suman a las fiestas disfrutando hasta caer rendidos.

Actividades como tiro con arco, lanzamiento de jabalinas o los desfiles; la celebración de una boda cántabra, siguiendo los ritos de antaño, entre otras actividades que no paran de celebrarse durante todo el fin de semana.

Según datos comarcales, en el año 2001 asistieron 7 tribus de cántabros contra 5 legiones romanas. En el año 2002 en cambio se aumentó a 9 tribus cántabras contra las 8 legiones romanas que asistieron. Cada año participa más gente y son más las “legiones romanas” de otros puntos de España que se suman a estas celebraciones milenarias.

LA LENGUA CÁNTABRA:

Cantabria también tiene un dialecto muy antiguo, unido a la forma dialéctica de Aragón y navarresa-vasca y eso que también se sufrió tanto en Asturias como en Cantabria la llegada de personas venidas del centro de la península desde finales del siglo XIX – por lo que se encuentra el acento más autentico fuera de la capital. Mientras que Asturias, Galicia y zonas de León tienen unos más giros lingüísticos en común de la zona occidental.




VIRIATO






Ahora que el nombre de este hombre está de actualidad debido a la serie sobre él y las guerras hispano-romanas que se emite en un canal de televisión, les voy a contar la historia de este gran hombre.


Cuando España aún no era España -ni Portugal, Portugal-, Viriato ya era Viriato. Siglo y medio antes del nacimiento de Cristo, mientras romanos y cartagineses remataban su pugna por el dominio del Mediterráneo, incluyendo a Hispania de forma muy especial, Viriato llegó a dominar militarmente casi toda la Península, desde el valle del Guadalquivir al valle del Ebro. En aquel mosaico de tribus en retirada y entre los dos grandes imperios de la época, el genio militar del último gran jefe de la tribu de los lusitanos consiguió un poder indígena como seguramente no existió antes y no volvió a existir después. Viriato, como Indíbil y Mandonio, es un símbolo de la Iberia que los cronistas romanos retratan en su crepúsculo, mientras la civilización grecolatina, a sangre y fuego, entraba lentamente en la Península.

La novelería romántica ha hecho que Viriato, enemigo de Roma, figure en nuestro panteón imaginario con más méritos que Sertorio, Pompeyo o Julio César. Cuando antaño se enseñaba Historia en píldoras mitológicas, Viriato era «un pastor lusitano». Pero aun en el caso de que alguna vez cuidara ovejas o cabras, fue bastante más que pastor (con ser nobilísima esta profesión) y no un lusitano cualquiera. Cuando el historiador Apiano de Alejandría, en su libro sobre Iberia -VI de su Historia Romana-, cita por primera vez a Viriato, dice: «Aniquiló a numerosos romanos y dio muestra de grandes hazañas».

En realidad, Viriato tuvo en jaque durante varios años a las legiones, les infligió media docena de derrotas humillantes, recorrió, revolvió y casi dominó las dos Hispanias, la ulterior y la Citerior, mató a miles de soldados romanos o aliados y murió de confianza, veneno anterior al de la traición. Puede decirse también que murió por pactar, pero eso no lo acredita como centrista póstumo. Hay sabios que lo consideran sólo un aspirante a reyezuelo cuya ambición tropezó con la implacable Roma, hecho que celebran.

Lo que seguramente ha cautivado la imaginación de las sucesivas generaciones de lectores más o menos celtíberos es su soberbia aparición en los libros de Historia, digna de Don Juan en la Hostería del Laurel. Cuenta Diodoro de Sicilia que un hombre rico llamado Astipas concedió la mano de su hija a un tal Viriato y organizó el ya entonces forzoso banquete nupcial.

Pero el novio no apreció la vajilla de oro que en su honor se exponía, sino que, apoyado en su lanza, soltó un discurso sobre lo poco que valían las riquezas cuando otros -es decir, los romanos- decidían su destino, se negó a lavarse las manos, repartió a su escolta algo de comer, reclamó a la novia, la subió a la grupa de su caballo y partió sin despedirse hacia su guarida en las montañas. Reconózcase la plasticidad de la estampa. Pero su majeza incluía no poca crueldad. Años más tarde, cuando Astipas era voluntario rehén de los romanos, lo reclamó y le cortó el cuello. Es el protomártir de los suegros hispanos.

Viriato pudo nacer en la Sierra de la Estrella, al norte de la Lusitania, que se extendía por la mitad de lo que ahora es Portugal y las tierras limítrofes entre Zamora y Badajoz. Estrabón tenía a los lusitanos por la nación más poderosa entre las ibéricas, pero indudablemente no era la más próspera. El bandidismo endémico muestra una clara dependencia del pillaje como modo de mantenimiento, así como escasez de tierras fértiles para una población que no se bastaba con el pastoreo y recurría a la guerra para alimentarse. Los tributos que probablemente cobraban desde antiguo entre la población de los valles del Guadiana y Guadalquivir les llevaron al enfrentamiento con los romanos cuando éstos empezaron a repartir tierras de la Bética entre sus colonos, sobre todo tras la Segunda Guerra contra Cartago.

Dos caudillos destacaron contra las legiones de Roma: Púnico, que murió en combate, y Césaro, que dominó toda la costa bética, y proyectó lo que luego sería el salto lusitano más audaz aunque sin consecuenccias: el paso del Estrecho. Pero la época heroica y decisiva de la entrecortada historia lusitana llegó cuando el pretor Galba, cuya codicia y crueldad lo precedían, consiguió reunir a los lusitanos alzados, dividirlos en tres grupos para hacerles entrega de tierras, desarmarlos y luego degollar a muchos de ellos y vender al resto como esclavos. Entre los que escaparon de la degollina estaba Viriato, que tras hacerse elegir jefe inició una brillante carrera militar de ocho años. No eran pocos cuando el promedio de edad apenas llegaba entonces a los 30 años.

Cultivó Viriato tres cualidades básicas del guerrillero: el aprovechamiento sistemático del terreno para las emboscadas, la audacia para cambiar el escenario de los combates, gracias a la movilidad de sus tropas, y la capacidad de actuar muy lejos de sus bases de aprovisionamiento, lo cual suponía también mucha mano izquierda para lograr alianzas sobre la marcha y pactos de manutención sobre el terreno. La primera victoria de Viriato fue junto a la ciudad de Tríbola, al sureste del Guadalquivir, donde fingió una retirada que terminó en copo y destrucción de las tropas de Vetilio. Era el año 147 antes de Cristo. Batió entonces la Carpetania, combatiendo incansablemente hacia el Norte y el Este hasta tomar Segóbriga, ciudad clave de lo que hoy es aproximadamente Cuenca. Se retiró entonces al Monte de Venus, cabe la inaccesible fragosidad de Gredos, y desde allí se convirtió en el terror de la Hispania Citerior tras haber dominado la ulterior. Plancio, Unimanio y Nigidio sucedieron a Vetilio en la lista de víctimas viriatenses.

Comienza entonces una lenta e implacable reconquista romana de los territorios perdidos. La liquidación de la guerra de Cartago permitió al Senado allegar más hombres y recursos para luchar contra los insoportables lusitanos, que exhibían además una gran capacidad diplomática con diversas tribus ibéricas como los vettones y otros feroces vecinos. El mérito suele atribuírsele a Viriato, aunque el enemigo común había levado a las tribus peninsulares a una especie de confederación político-militar nada desdeñable.

Lo que no podía el guerrero del Monte de Venus era hacer milagros. En el año 144 a.d.C. los romanos recuperaron el control del valle del Guadalquivir. Algunos historiadores creen que Quinto Fabio Máximo derrotó a Viriato en Bailén, si era ése el lugar de Baecula. Otros lo sitúan en los Arapiles, así que no salimos de la imprecisión evocadora de tantos combates peninsulares trascendentes, siempre en los mismos sitios.

Tras la derrota ante Fabio Máximo, el caudillo lusitano se refugió en Sierra Morena, faltaría más, y desde allí hizo frente a la gran expedición de Serviliano y unos 20.000 soldados. Viriato consiguió batir a las legiones en una sorda guerra de desgaste y mantener hasta el año 142 sus posiciones en torno a lo que hoy es Martos (Jaén), entonces llamado Tucci. Pero Serviliano y Fabio Máximo fueron privándole de sus bases de apoyo y en el 140 tuvo que retirarse a Lusitania. Consiguió rehacerse, que es el sino de todos los grandes generales antes de la derrota definitiva, y vengarse de Serviliano en el campo de batalla. Pero tras la victoria se avino a firmar la paz y ésa fue su ruina.

En una de las diversas treguas que acordaban sin convicción ambas partes desde el año 140 a.d.C., Viriato mató a su suegro, miembro de la clase dirigente lusitana que tal vez había decidido ya el pacto con los romanos. Y finalmente, en el 139 a.d.C., pudo recibir la oferta de ser rey de una Lusitania independiente y aliada de Roma. O tal vez la propuesta fue suya y los romanos fingieron aceptarla; sobre eso no hay acuerdo.

El hecho es que tres de sus enviados, Ditalcón, Audax y Minuro, volvieron del campamento romano con más oro del que llevaban y se lo ganaron apuñalando a Viriato. Cuenta la leyenda que, muerto el héroe, los asesinos volvieron a por lo suyo y los romanos, avarientos, le respondieron: «Roma no paga traidores». La frase es notable pero apócrifa. Los lusitanos no se metían en magnicidios gratis.

Muerto Viriato, sus guerreros le rindieron homenaje cantando himnos, degollando animales y combatiendo por parejas sobre su tumba, fórmula del entierro de primera en aquellos siglos tremendos. Una vez quemado su cadáver en la pira ritual, aventadas sus cenizas y apagado el gran fuego nocturno, los lusitanos no encontraron -tal vez por no quererlo buscar- sucesor para Viriato y fueron entrando en la órbita romana.

Abrían así el camino para la inmediata dominación de los celtíberos de la meseta septentrional, clave estratégica de la península y cuyo último foco de resistencia fue Numancia, que se rindió, en términos menos heroicos de los que cuenta la leyenda, apenas cinco años después de la muerte de Viriato. Por eso puede decirse que con él se extinguió la antigua Iberia y que Hispania, aunque algo chamuscada, entró definitivamente en la Historia.




ÚLTIMO TRABAJO DE LAS K-NARIAS

Último trabajo del dúo de gemelas tinerfeñas Gara y Loida, más conocidas como "K-narias". La canción se titula "No vale la pena" y es un tema versionado de la original titulada de igual manera del cantante Tony Tun Tun. La verdad es que es un temazo. Las chicas se salen....Disfruten




SERGIO RAMOS SE ENFADA CON PERIODISTA

Gerard Piqué y Sergio Ramos fueron los elegidos por el departamento de Prensa de la Federación para comparecer ante los medios a la llegada de la campeona del mundo a Salamanca. Un periodista le pide a Piqué que, si puede, conteste en catalán a una pregunta que le formula sobre Villa. El jugador azulgrana accede y habla del delantero asturiano en catalán. Cuando el jugador del Barcelona termina de hablar, pregunta a su vez si responde en castellano. En ese momento, Sergio Ramos toma la palabra y muy serio le dice: "En andaluz, díselo en andaluz a ver si lo entiende. Está muy bien, lo que te cuesta entender en castellano. Nada más".


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